Si existe una serie de la que se espera mucho más que de las demás es Black Mirror. Desde su primer capítulo cambio la concepción que se tenía del contenido en este formato, la enorme creatividad y las “coincidencias” con tecnologías que después se hicieron una realidad, hicieron de este producto de Netflix uno de los más exitosos en el mundo.
Sin embrago, parece que con cada nueva temporada las expectativas no logran llevarse en series de alto impacto como esta, primero ocurrió con el final de Game of Thrones, de HBO, y ahora con la nueva temporada de Black Mirror.
Bandersnatch cumplió con las expectativas al implementarse nuevas tecnologías que permitieron un parteaguas en la interacción con el espectador, pero esta nueva entrega requería de mucho más para superar a sus antecesoras.
Comenzaron con el lanzamiento de Little Black Mirror, tres mini episodios que incluyeron a los influencers más destacados de la plataforma de video. Aún está pendiente el último capítulo que se estrena el 9 de junio. Todo, para “calentar motores”.
Incluso recurrieron a una especie de crossover entre Marvel y DC, por los millones de seguidores que tienen estas marcas. Sin embargo, al parecer no fue suficiente, ni siquiera por la popularidad que tiene la protagonista de la nueva temporada: Miley Cyrus.
“Rachel, Jack and Ashley Too” tiene una trama concentrada en Cyrus como Ashley O, una estrella pop que maneja un discurso motivador, pero que sólo es una pantalla.
Reemplazan a las estrella con hologramas o versiones digitales y así los artistas no tienen que salir de casa para hacer giras, esta “innovación tecnológica” es por la que apostaron en esta temporada.
