El Super Bowl XXVII tuvo, el que muchos consideran el mejor espectáculo de medio tiempo en la historia del partido más importante de la NFL, tuvo a Michael Jackson en el escenario del Rose Bowl de Pasadena, California, durante el descanso del partido entre los Buffalo Bills y los Dallas Cowboys.
Jackson estuvo en el escenario por poco más de 12 minutos, iniciando su presentación con “Jam”, seguida por el éxito “Billie Jean” y “Black or White”.
Antes de finalizar el espectáculo, tuvo estuvo acompañado por un multitudinario coro infantil para interpretar “We Are the World” y finalmente cerró con “Heal the World”.