El equipo de investigación de IBM estudiaba la forma de mover átomos para explorar los límites de almacenamiento de datos, durante el proceso nació el cortometraje “Un chico y su átomo”. No se trata de una pieza compleja o de una gran historia, se trata simplemente del divertido resultado de un experimento que actualmente tiene el récord Guiness por ser la película más pequeña del mundo.
A pesar de la aparente sencillez del corto, no podemos ignorar la cantidad de trabajo que llevó realizarlo, ya que el minuto y medio de película está hecho a un nivel microscópico con moléculas de monóxido de carbono. Todo realizado, además, con la técnica de Stop Motion.